Con anterioridad a la formación del arte griego en sí hubo en territorios de la antigua Grecia un arte que se ha llamado prehelénico, conservadas tan sólo en ruinas de edificios de la época y sobre estuco,
representando paisajes, acciones de guerreras y ceremonias cortesanas o
religiosas cuyas figuras aunque imperfectas revelan notable expresión y
vida. En las decoraciones de vasijas se presenta raras veces la figura humana y siempre estilizada y de escasos detalles.
En cuanto a la pintura griega, el conocimiento de sus artistas se debe casi por entero a los antiguos historiadores, pues no se conserva de ella ni un solo cuadro ni se conoce obra alguna de los famosos Zeuxis, Parrasio y Apeles, considerados desde la antigüedad los pintores por antonomasia. Las obras pictóricas griegas que al presente se conocen y conservan consisten únicamente en decoraciones de ánforas y de otras elegantes vasijas salvo algunos mosaicos de pavimento y placas de arcilla pintadas y sin contar las obras de pintura romana en que intervino mano griega. Consta, no obstante, que los griegos pintaron cuadros excelentes, por lo menos murales (cuyas copias pueden ser algunas decoraciones de las grandes ánforas de lujo) y que emplearon los procedimientos al fresco, al encausto, al temple y quizás al óleo.
La pintura de la Antigua Grecia es una de las disciplinas del arte griego más difíciles de analizar objetivamente por la falta de recursos. Debido al vandalismo y a la erosión natural, han sobrevivido pocas pinturas griegas originales o copias de las mismas.
Entre los vestigios que se conservan se cuentan algunas losas de piedra y terracota, fragmentos de tablas de madera, frescos sobre muros y copias que inspiraron mosaicos romanos.
Debido a la falta de obras de calidad para el estudio directo de la pintura griega se suele recurrir a la pintura sobre cerámica, de la cual sí que existen numerosas piezas, para extrapolar características y conclusiones sobre la estética de la pintura griega.
En cuanto a la pintura griega, el conocimiento de sus artistas se debe casi por entero a los antiguos historiadores, pues no se conserva de ella ni un solo cuadro ni se conoce obra alguna de los famosos Zeuxis, Parrasio y Apeles, considerados desde la antigüedad los pintores por antonomasia. Las obras pictóricas griegas que al presente se conocen y conservan consisten únicamente en decoraciones de ánforas y de otras elegantes vasijas salvo algunos mosaicos de pavimento y placas de arcilla pintadas y sin contar las obras de pintura romana en que intervino mano griega. Consta, no obstante, que los griegos pintaron cuadros excelentes, por lo menos murales (cuyas copias pueden ser algunas decoraciones de las grandes ánforas de lujo) y que emplearon los procedimientos al fresco, al encausto, al temple y quizás al óleo.
La pintura de la Antigua Grecia es una de las disciplinas del arte griego más difíciles de analizar objetivamente por la falta de recursos. Debido al vandalismo y a la erosión natural, han sobrevivido pocas pinturas griegas originales o copias de las mismas.
Entre los vestigios que se conservan se cuentan algunas losas de piedra y terracota, fragmentos de tablas de madera, frescos sobre muros y copias que inspiraron mosaicos romanos.
Debido a la falta de obras de calidad para el estudio directo de la pintura griega se suele recurrir a la pintura sobre cerámica, de la cual sí que existen numerosas piezas, para extrapolar características y conclusiones sobre la estética de la pintura griega.
Comentarios
Publicar un comentario